El Baúl de los recuerdos

"A veces no conocemos el verdadero valor de un momento hasta que se convierte en recuerdo". Dr. Sevess.

Los seres humanos necesitamos vínculos estrechos para crecer y desarrollarnos. Cuando alguno de estos nexos se rompe, aparece un fuerte proceso al que regularmente llamamos duelo. Para restaurar este lazo con nosotros y con la vida misma, pasamos por diferentes etapas que gestionadas de manera adecuada nos permiten superar este punto de quiebre.

Las pequeñas o grandes separaciones por las que vamos transitando, nos van recordando que las uniones son temporales y que por ley de vida irán cambiando de rumbo.

Sobrellevar la pérdida de un ser querido es sin lugar a dudas uno de los mayores retos a los que estamos expuestos desde nuestro nacimiento.

La muerte de quienes amamos generalmente causa en nosotros un dolor profundo y netamente personal, a pesar de que entendamos que este es un proceso natural, no podemos evitar sentirnos tristes y acongojados.

Cada uno afronta la pérdida de manera diferente, todos los sentimientos son válidos y respetables desde cualquier punto de vista, ya que el desarraigo genera todo tipo de confusiones.

Aceptar el fallecimiento de quienes hacen latir nuestro corazón requiere de tiempo, espacio y respeto hacia nuestro propio dolor, es en este instante en el que la resiliencia cobra un gran valor ya que nos invita a desarrollar estrategias para salir a flote de este episodio altamente emotivo.

Si bien es cierto que decir adiós es claramente complejo, también nos da la posibilidad de iniciar una nueva historia de amor con quienes se nos adelantaron en el camino, ya que esta vez tenemos la posibilidad de reconectar con estas personas desde el amor y la gratitud, dejando a un lado todo aquello que no sumo valor a sus vidas y tampoco a las nuestras.

Es momento entonces, de recordar, que todos llegamos a este plano e inevitablemente hemos de partir, y es precisamente ese desprendimiento el que nos lleva a abrir el BAUL DE NUESTROS RECUERDOS; al hacerlo, tenemos la posibilidad de soltar y dejar ir lo que nos atormentó y atesorar todas las enseñanzas, el amor y espacios compartidos con quienes ya se han ido. Aceptemos el presente y concienticémonos de que no habrá despedida alguna siempre y cuando la relación vivida haya sido leal, sincera y autentica.

Somos nosotros los que enfocamos este aparente …adiós…, ya que, si tenemos en cuenta que el amor nunca muerte y solo se transforma, sabremos que ese vínculo seguirá perenne en nuestra alma, es decir no habrá muerto. Es así como el universo nos da dos posibilidades, renacer con la esperanza de una nueva realidad o sucumbir ante el dolor.

Cree en el inmenso poder que guarda el baúl de tus recuerdos.
Crea en él, los espacios propicios para atesorar todas tus vivencias desde el amor, la gratitud y la lealtad.

Adriana Rubio Llano.
Cree para crear.