"El propósito es una necesidad universal. Sin él, estamos carentes de sentido y plenitud". Carlos Quiñones.
Una vida con propósito depende de nuestro equilibrio personal y de la forma en que interactuemos con el entorno.
El propósito de la vida establece criterios muy diferentes en cada persona, no obstante, existe un común denominador entre todos y es el de buscar una forma plena, constante y armoniosa para llegar a la felicidad.
Eventualmente, nos arraigamos a lo que supuestamente debemos hacer, sin antes definir cuál es la verdadera finalidad de nuestra existencia.
Vivir con un propósito claro nos permite diseñar escenarios en los cuales podemos materializar nuestros deseos.
Una investigación etnográfica reciente establece una firme conexión entre tener un propósito y ser feliz. Según este estudio el tener definido este concepto es altamente favorable ya que nos da la oportunidad de superar las adversidades.
Vivir con propósito significa hacer que lo valioso se haga visible a través de la reconexión con el ancla que hace vibrar nuestra alma.
No siempre es fácil descubrir el sentido de la vida, para ello hemos de ir despacio pues las cosas más valiosas requieren de tiempo y dedicación, solo en la calma y en el silencio que proveen los encuentros con nosotros mismos, podemos visualizar el sentido único, personal e intransferible de cada uno de nosotros, una vez palpado podremos darle el verdadero significado.
Es así como podemos entender para qué estamos hechos y de esta manera ser útiles para el resto del mundo, pues como decía Nietzsche: "Quien tiene un porqué para vivir puede soportar casi, cualquier cómo".
Cree en la magnificencia del propósito de tu vida
Crea los espacios idóneos para exteriorizarlo, compartirlo y crecer con él.
Adriana Rubio Llano.
Cree para crear.